Tecnicas multisensoriales para enseñar matematicas

10 técnicas multisensoriales para enseñar matemáticas

La enseñanza multisensorial no se usa solo para la lectura. También puede ayudar a los chicos que tienen dificultades en matemáticas, como es el caso de la discalculia. El uso de la vista, el tacto, la audición y el movimiento puede facilitar entender qué representan los números y los símbolos. Estas son 10 técnicas multisensoriales para enseñar matemáticas.

Visualizar con cuentas o cereal

Usar cuentas, granos o cereal como objetos manipulativos es una manera excelente de que los chicos representen operaciones matemáticas. Por ejemplo, podrían obtener el resultado total añadiendo más cuentas o averiguar cuánto queda quitando algunas. También pueden agrupar diferentes cantidades de objetos para multiplicar o dividir.

Al mover esos objetos y ver cómo cambian las cantidades, los niños entienden de una manera concreta cómo funcionan esas operaciones matemáticas. Los objetos manipulables también pueden ayudar a que los chicos desarrollen el sentido numérico y entiendan las cantidades.

Construir con cubos y fichas de colores

Usar estos objetos para construir permite que los niños prueben fórmulas para medir cosas. Les proporciona una idea concreta de las propiedades de las figuras que crean. Usar fichas o cubos también es excelente cuando se enseñan patrones numéricos y operaciones.

Por ejemplo, un maestro podría apilar objetos en grupos de 2, 4, 6 y 8, y después pedir al estudiante que complete los siguientes tres grupos siguiendo el mismo patrón (añadiendo dos cada vez). De esa manera el maestro facilita que el estudiante relacione los objetos con los números que los representan.

Dibujar problemas matemáticos

Dibujar problemas matemáticos es el siguiente paso después de trabajar con materiales manipulativos como cuentas o fichas de colores. Es una manera con la que los chicos pueden mostrar lo que piensan y los acerca a poder escribir oraciones numéricas con números y símbolos.

Por ejemplo, un maestro podría pedir al estudiante que resuelva la multiplicación 4 x 6 dibujando 6 grupos de 4 manzanas. O el niño podría colorear 4 filas de 6 cuadrados en un papel cuadriculado. Cuando hayan terminado verán 4 grupos de 6 o 24 cuadrados coloreados.

Percutir los números

El acto de percutir los números puede ayudar a los chicos a relacionar símbolos con las cantidades correspondientes y “sentir” el valor. Esto es especialmente útil cuando se trabaja con múltiplos.

Por ejemplo, la maestra podría pedir al alumno que enumere los múltiplos de 4. El niño empezará a golpetear grupos de 4 al mismo tiempo que los cuenta. El cuarto número se percute más fuerte y se anota (1, 2, 3, ¡4! 5, 6 , 7, ¡8! 9, 10, 11 ¡12!). Al final, el niño tendrá una lista que puede usar para resolver problemas de multiplicación y división.

Hacer conexiones musicales

Existen muchas maneras de conectar las matemáticas con la música. Por ejemplo, los niños pueden utilizar canciones para memorizar algoritmos o reglas matemáticas. Y tocar notas musicales puede ayudar a que los niños aprendan fracciones y a agrupar.

Por ejemplo, una maestra podría tocar una nota en un teclado y mantenerla por cierto tiempo. Esto es la “nota completa”. Después los estudiantes la repetirán. A continuación, la maestra podría preguntar, “¿cuántos cuartos de nota constituyen una nota completa?”. Después de discutirlo, la maestra o un alumno podría tocar cuatro notas cortas que en total duren lo mismo que la nota completa.

Incluir movimiento en las matemáticas

Usar movimiento al practicar y enseñar matemáticas es una manera entretenida de ayudar a los estudiantes a retener lo que han aprendido. Existen muchas maneras de hacerlo. Por ejemplo, los niños pueden mostrar ángulos rotando su cuerpo mientras usan un aro de hula hula.

Este es un ejemplo típico en el salón de clases. Un maestro escribe números en una pelota grande (podrían ser números enteros, fracciones o decimales). Los estudiantes se la van pasando y cuando un alumno la atrapa, tiene que hacer una operación matemática con los dos números escritos donde sus manos hayan agarrado la pelota.

Agrupar palitos

Una manera de introducir a los chicos a la reagrupación y el valor posicional es pidiéndoles que hagan grupos de 10 palitos

A los estudiantes se les podría pedir que resuelvan 45 – 9 usando los palitos. Al reunir 4 montones de diez palitos y 5 palitos individuales (o “unidades”), pueden ver el valor de cada posición en el número 45. Entonces, para restar 9, necesitan separar uno de los montones de 10 para tener 15 palitos individuales. Después de retirar 9 palitos, quedan 3 montones de 10 y 6 palitos sueltos, resultando en 36.

Construir con bloques de base diez

Estos bloques vienen en diferentes tamaños representando 1000 (un “cubo”), 100 (una “placa”), 10 (una “barra”) y 1 (una “unidad”). Los chicos pueden formar números con ellos para identificar el valor posicional (también pueden usarlos para resolver operaciones, mostrar el reagrupamiento y encontrar patrones).

Por ejemplo, una maestra podría pedir a un estudiante que “construya” el número 145 usando los bloques. El estudiante tendrá que seleccionar un bloque de 100, 4 bloques de 10 y 5 bloques de 1. La maestra entonces podría preguntar, “¿qué dígito tiene el valor más grande: 1, 4 o 5?”.

Crear una tabla de una centena

Una tabla de una centena puede ayudar a los chicos que tienen dificultades en matemáticas a ver las relaciones entre los números. Por ejemplo, un estudiante podría tener una cuadrícula de 100 (un cuadrado grande dividido en 100 cuadrados más pequeños). Se le podría pedir que sombree ¼ de toda la cuadrícula. Después tendrá que averiguar el número de cuadrados coloreados (25). La conexión es que ¼ significa lo mismo que 25 de 100, o que el 25 por ciento.

Usar porciones de pizza

Cortar una pizza en rebanadas es una manera excelente de enseñar fracciones. Un maestro podría hacer varias pizzas con cartulina y después cortarlas en trozos de diferentes tamaños. De esa manera los chicos pueden “ver” fracciones como 1/8 o 1/4 seleccionando rebanadas de pizza. Usar diferentes colores para los distintos tamaños de rebanadas les permite además hacer coincidir fracciones equivalentes como 2/8 y 1/4. Los chicos también pueden combinar los pedazos para formar ¡una pizza “completa”!